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LISBOA Y EL CRECIMIENTO EN L

LISBOA Y EL CRECIMIENTO EN L

Hoy lunes, es un día en los que apetece compartir algunos pequeños placeres para amortiguar el golpe de la rutina que, inevitablemente, nos hace sentir fastidiados pero vivos. Además, un ávido lector me comenta que mis fans empiezan a contarse con los dedos de una mano y que quieren que les diga, motiva para seguir contando algunas verdades y muchas mentiras.

Por motivos profesionales, me trasladé a Lisboa, esa pequeña ciudad otrora elegante, coqueta y distinguida y que con el paso del tiempo se ha transformado en una ciudad decadente pero con mucho encanto. Lo más sorprendente es que la última vez que visité la cidad en el año 2001, la Plaza de Comercio -símbolo de la ciudad- estaba siendo remodelada y para mi sorpresa sigue como estaba o peor, pero es lo que tiene el espíritu latino, las cosas deben hacerse concienzudamente para que pervivan.

Habría que preguntar a sus gobernantes el por qué de un crecimiento en L en los últimos diez años que están llevando a los portugueses a una situación ruinosa y para ejemplo esta ciudad maravillosa. Pero como este blog va de pequeños placeres, nos centraremos en algunos sitios singulares.

Cuatro son los que me gustaría compartir con todos ustedes.

El primero es el MUESO DEL FADO http://www.museudofado.egeac.pt/. Yo no le he cogido el punto a estas maravillosas canciones desgarradoras y llenas de sentimiento pero conocer el origen y la evolución de una de las músicas populares merece la pena.

El segundo es la CASA DO ALENTEJO, http://www.casadoalentejo.pt/flash.html. Es un palacio del siglo XVII con una mezcolanza de estilos que no me atrevo a pronunciar ninguno de ellos porque es para nota. Durante la visita al Palacio hasta llegar a nuestro objetivo, el bar-restaurante, vuelven sobre mi los antiguos fantasmas de lo cutre, del abandono y de la pobreza que creo está sufriendo esta maravillosa ciudad. Quiero que sepan que no pretendo ofender pero es una realidad. Llegamos al salón principal donde encuentro mesas y sillas recias, antiguas y con manchas de vino incrustadas en la madera que le dan un toque "vintage" espectacular. La cantina -porque no tiene otro nombre- te sumerge al mundo del vino de cartón, a los quesos potentes y a las faltriqueras. Me siento Curro Jimenez hasta que traspaso de nuevo el umbral del salón y descubro gente "intelectual" tocando la guitarra y fumando tabaco de liar...Algunas que yo conozco estarían en su salsa. En definitva, lugar imprescindible para visitar y para empaparte de la new age lisboeta.

El tercero se llama ELEVEN, Rua Marquês da Fronteira Jardim Amália Rodrigues. Es un sitio apartado del centro lisboeta pero con unas vistas que merecen la pena -mas que nada en verano- donde la comida está bien preparada, bien presentada y bien servida. Destacaría, indudablemete, su bacalao sápido donde el punto de cocción es perfecto. Es un restaurante romántico, cálido, que propicia la conversación. Mención aparte merece el vino que degusté, Casa da Palmeira Reserva 2007 de la DO. Douro. Vino sedoso, complejo y elgante en boca. Un día me extenderé en esta DO porque se están haciendo grandes caldos y no lo valoramos lo sufciente.

Por último y como un amigo viaja a Lisboa, quiero recomendarle fervientemente el restaurante BICA DO SAPATO, http://www.bicadosapato.com/. No está lejos del Museo del Fado y puede ser la guinda. Vistas a la desembocadura del Tajo, trendy, gente guapa y no muy caro. Desde la última vez que estuve han diversificado su oferta -como se nota que cursé un máster- donde podrán encontrar un restaurante mediterráneo, una galería de arte y un sushi bar. Mi querido amigo, si usted quiere estar en lo más cool de Lisboa, no se lo piense. Bon voyage mon ami.

Y para finalizar este viaje por Lisboa, que mejor que terminar con un Fado que ilumine el primer día de la semana. Nuestra protagonista es Amalia Rodrigues, símbolo del Fado que consiguió que este movimiento musical popular se conociera más allá del barrio de La Alfama.

 Amália Rodrigues – Fado Português

1 comentario

Angel Maldonado -

Muy buenas recomendaciones, me gusta como lo introduces pero sobre todo me fascina el foco y protagonismo de esos pequeños placeres, pues son en sí mismos fuente de felicidad, en especial cuando podemos compartirlos con afines, satisfaciendo curiosidades, sintiendo y compartiendo.