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pequeños placeres

NIKKEI 225 AL ALZA

NIKKEI 225 AL ALZA

Pues sí señores, he decidido que voy a invertir en bolsa, voy a seguir las cotizaciones por el IPAD, voy a llevar pinganillo mientras voy en un taxi dirección váya usted a saber porque como sea tan divertido como comer en este restaurante me haré millonario al instante.

Este nuevo templo culinario -al que todavía le falta un poco de rodaje- es uno de los nuevos restaurantes fusión japo-peruana de los que hablé en el anterior post. Este, sin embargo, se encuentra a años luz de muchos de ellos, pero veamos por qué.

El restaurante se encuentra ubicado en el Paseo de la Castellana nº 15, -aunque la entrada se encuentra en la Calle Fernando El Santo 29), 28046 tlf; 913190390. Es curioso la manera de elegir la dirección del local, tomémosla como una frivolidad sin mayor trascendencia.

Está dividido en dos estancias, una más informal en tonos blancos pensado en comidas frugales donde se disfruta de una barra de sushi y al fondo, un comedor más elegante, minimalista y no muy iluminado que reconforta y alimenta el espíritu. Es cieto, no obstante, que dependiendo de la mesa podrás obtener una mayor intimidad y eso es algo imperdonable en un restaurante que busca la exclusividad y la discreción. 

Comenzamos el festín con un sashimi de carabinero. A mí, particularmente la presentación del crustáceo decápodo me pareció excelente. Color rojo exhuberante que le daba la réplica a las pequeñas guarniciones coloridas que aumentaban el escaso sabor del marisco. Era fresco, sin duda, pero quizás el cuerpo no estuvo nunca a la altura de su sápida cabeza.

Continuamos con un maravilloso, irrepetible e indescriptible sashimi de erizos con lima y cilantro. Sólo puedo decir que aquello era MAR, MAR, MAR, una delicia para todos los sentidos. Seguimos con un increible sashimi de viera sobre una base de tiras de nabo que hizo las delicias de todos los comensales. Para no desentonar, un elegante sushi de pez mantequilla, suave y tierno sobre una base de arroz impecable, el grano junto pero nunca apelmazado. La decepción vino con el sushi de tartar de toro ya que el problema radicaba en las proporciones, demasiado arroz para tan poco tartar que enmascaraba su sabor, lástima pero se acercaban los nubarrones debido a un maki de cangrejo real que si bien es cierto que estaba extraordinario de sabor peruano, deshonraba la calidad de este habitante de aguas profundas. Ya me lo dijo mi padre, "nunca le eches limón a la paella" y yo añado, tampoco pimiento rojo, arriba la materia prima y los sabores primarios (homenaje aquí a Santi Santamaría y que ya no podré disfrutar de su coquinaria)

Para finalizar, un maravilloso bacalao con crema de berberechos y un toque de sashimi de erizo. El punto del bacalao era perfecto y su frescura al separar las lascas, evidente. La crema de berberechos era apoteósica y los mismos bivaldos eran exquisitos. 

Para regar esta "repas" engañamos a nuestros sentidos con un vino increible de Madrid, NAVAHERREROS 2007, de bodegas Bernabeleva. Y digo engañamos porque parece más bien un Pinot Noir, muy francés, con toque de aguja y mineralidad que le hacen muy fresco, afrutado y sin otra pretensión que la de no ocultar los sabores de la comida. Es un vino de elaboración con uva Garnacha y les digo que está sublime, además, su precio vuelve a ser increible -12 euros en tienda-.

Pero una vez superado los primeros compases, el público quería más potencia, más fuerza y no hubo más remedio que dirigir mi vista a la DO TORO con un vino ESPECTACULAR, SAN ROMÁN 2006. ¿Qué podíamos esperar del creador de Bodegas Mauro? un vino con personalidad, de un tono intenso y opaco donde en nariz se presenta complejo, toques lácticos, tostados, torrefactos y futa negra siendo en boca un vino graso, con cuerpo, tanicidad perfecta y un final aterciopelado y sedoso que hace las delicias de los más exigentes. Su precio -25 euros en tienda- lo hace más prohibitivo pero si les gusta el vino permítanse una alegría, les compesará.

Los postres, dos maravillas. Polvo de chocolate negro con helado de wasabi y un postre elaborado a partir de granos de la fruta tropical TONKA con recuerdos a vainilla y coco que le alegrarán la vida.

Para finalizar, dos detalles que "hunden" el servicio del restaurante. El primero, las ganas de echarte porque no habíamos terminado la copa del maravilloso ron dominicano PLANTATION edición especial cuando apareció como por arte de magia la cuenta y el segundo, los abrigos aparecieron fuera del ropero encima de un sillón...nadie es perfecto o sí?

Y siguiendo los designios del cada vez más comprometido bloguero musical, les adjunto el link de su blog donde hace un repaso de las canciones de desamor más transgresoras. Sé que es la semana del amor, pero qué quieren que les diga, cuando me traen la cuenta sin pedirla me ofusco y yo también me ca..o en el amor.

http://blogs.revistagq.com/milmaneras/

1 comentario

Lila&Cloe -

Tengo muchísimas ganas de probar este templo culinario y después de tu post... Gracias por compartir! Lila&Cloe