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pequeños placeres

VIRÚ Y EL LINZE

VIRÚ Y EL LINZE

De nuevo estoy aquí para recrearme con un nuevo espacio gastronómico de la capital y para distraerles en este maravilloso día en el que nos amenaza la primavera erguida y poderosa.

La verdad es que mi espíritu crítico me hace ser un "esaborío", un hombre con la sonrisa al revés porque no hay manera de que algún restaurante o manjar te sorprenda, aunque no estoy del todo seguro.

Hoy dedico mi incertidumbre al VIRÚ, C/Claudio Coello 116, 28006, Madrid, tlf; 91 561 77 71,  http://www.restauranteviru.com/. Se autoproclaman como "alta cocina peruana" y después de conocer el local personalmente lo deben decir por el Altiplano peruano, pero no obstante, veamos si durante este viaje podemos sacar alguna conclusión positiva.

El local se ubica en el corazón del Barrio de Salamanca, asunto que no es baladí puesto que después de degustar una velada agradable tienes numerosos bares de copas -algunos incluso de los más actuales- para seguir arreglando el mundo. Está conformado por dos plantas, con cristaleras en las que te sientes como un maniquí de Zara. Desde mi punto de vista, es preferible acudir al comedor de la planta baja donde habrá una mayor intimidad y donde existe un reservado en caso de ir en grupo. La decoración es minimalista -que se agradece- pero no hay restos de cultura peruana. El espacio entre mesas es más que correcto y la mantelería, cubertería y vajilla son aceptables. El servicio es lento, no cumplen con el "timing" de la cena pero son encantadores -el buenismo está haciendo estragos-.

En cuanto a las viandas, encontramos unos tiraditos Asia-Perú, de atún en costra de pimienta negra con leche de tigre de guanábana- jengibre y crujiente de batata naranja y Mar Laqueado, carabinero y pulpo sobre emulsión de coco-erizo. He de reconocer que los entrantes estaban muy, pero que muy buenos -mejor el tiradito- pero el problema son las cantidades que calificaría de ridículas y creo que se debe advertir de esta "peculiaridad" para no sentirte engañado. Entiendo que ubicarse en una de las zonas más exclusivas de Madrid es muy exigente pero no a costa de sus clientes.

En cuanto a los segundos, se debe destacar el lomo alto de buey acompañado con trigo meloso con espárragos y shitake confitado. Es una delicatessen, muy bien hecha -es decir, muy poco hecha- con un color increible. El acompañamiento podría ser discutido pero no empaña el principal. El ají de gallina muy lejos de ser alta cocina peruana y el bonito a la parrilla estaba correcto, buena materia prima pero sin más. También me gustaría destacar un pescado impropio de nuestros lares y que conocemos a través de la cultura japonesa y no es otro que el pez mantequilla. Denostado por Occidente y albado en Oriente es un plato que sorprenderá por la textura de su carne y la suavidad. En crudo está exquisito pero en costra como lo preparan en VIRÚ es una experiencia muy aconsejable.

En cuanto a los caldos, decir que la carta de vinos no es extensa pero sí atrevida. Tienen bastantes referencias fuera del "mainstream" vinícola y es de agradecer. En esta ocasión me decanté por un LA MIRANDA DE SECASTILLA (DO SOMONTANO). Hermano pequeño del mítico SECASTILLA y elaborado a partir de uvas garnacha (y otras). Sorprende inicialmente por su intensidad en nariz. Es muy potente apareciendo los tonos florales y afrutados sin presencia de madera. En boca es lustroso, elegante con un toque de acidez muy agradable y paso muy fácil. Es un vino que, desgraciadamente, pierde intensidad con el paso del tiempo aunque, es cierto, no pretende mas que ser un vino jovial y fresco y sin lugar a dudas no defraudará. Su precio, entre 9 y 10 euros en tienda.

No quisiera finalizar sin hacer referencia a otro vino que, gracias a una lectora fiel, pude conocer. Se trata de EL LINZE, vino de la Tierra de Castilla y me encantó por su originalidad -es un vino elaborado con uvas syrah y tinto velasco de cepas de 116 años!!!!-. Es un vino donde la nariz es la gran protagonista y donde puedes disfrutar de olores tan caracterísiticos como la compota de frutas, licor de guindas y mis maravillosos caramelos de violeta -los expertos lo llaman lila-. Es complejo, sin lugar a dudas y en boca es aterciopelado y suave pero con gran personalidad. Tiene algunos detractores por su heterodoxia pero no lo duden si quieren probar algo distinto. Su precio es de unos 15 euros.

Y para finalizar les dejo con este "temazo" discotequero y bailable que nos prepara para un fin de semana repleto de sorpresas.

http://www.youtube.com/watch?v=6xtsqd82fEc

1 comentario

Mi querido Perú -

Ciertamente, el restarurante Virú aún teniendo una cocina más que aceptable es, tristemente, de aquellos sitios a los que conviene "ir cenado". Es, como comentas, a pesar de todo un buen punto de partida para tomarte esa primera copa en un sitio que me sorprendió (muy agradablemente ;)) como es el Eccola.
Saludos y sigue con el blog, que cada día está mejor.